ENSAYOS, PARALELOS, COMENTARIO DE TEXTOS

jueves, 14 de abril de 2011

Comentario de Texto

Análisis de tres canciones sobre la liberación femenina

A través de los siglos el hombre ha etiquetado a la mujer como el sexo débil, disminuyendo su influencia en la sociedad. A raíz de esto surgió el feminismo “una ideología y un conjunto de movimientos políticos, culturales y económicos que tienen como objetivo la igualdad de los derechos de las mujeres con los de los varones” (Fuente 4). El feminismo también tuvo un gran impacto en la música, las canciones dejaron de tratar sólo sobre hombres. Es por ello que en las canciones “Eva” de Silvio Rodríguez,” Yo no soy esa mujer” por Paulina Rubio y “Amores de barra” de Ella baila sola, se encuentra el feminismo como tema principal que es representado a través de las letras de sus canciones y son un claro ejemplo del rechazo al machismo.

Para empezar, en estas canciones se describe a una mujer independiente y a par con el hombre. Las canciones dejan de ser sobre el hombre y convierten a la mujer en el punto de enfoque. Por ejemplo la canción “Amores de barra” la protagonista es una mujer: “Te has llevado solo lo que yo quería/ Me has dejado bailando bajo la luz del día”. Así como en “Eva”, de Silvio Rodríguez, la constante reiteración del nombre “Eva” le da importancia y la convierte a ella en la protagonista. Asimismo estos artistas también presentan el rechazo de la mujer a ser vista como el sexo débil. Paulina Rubio expresa este disgusto al mencionar en su canción “nunca me verás llorar, no, no, no/nunca me verás caer, no, no, no”; de este modo ella se opone a la idea de una mujer sensible e incapaz de valerse por si misma. También en “Yo no soy esa mujer” se puede ver claramente la falta de sumisión por parte del sexo femenino. Al decir que ella no es “esa mujer…/que pone a [sus] pies lo mejor de su alma” y que no se convertirá “en el eco de [su] voz” la protagonista rehúsa a someterse a la voluntad del hombre.
Además de recalcar la independencia de la mujer estas canciones presentan una nueva imagen de la mujer, a causa de la influencia del feminismo. Por un lado, se muestra un cambio interno en la mujer. Ya no se la ve como una ilusa o una ignorante, lo cual era una imagen común en los tiempos de antes, ya que a la mujer se la trataba como una muñeca. Como un ejemplo, Silvio Rodríguez menciona como “Eva [ya] no cree en un príncipe azul”, dejando atrás esa idea de que las mujeres tienen tonterías en su cabeza. También enseña como a la mujer ya no le importa el qué dirán: “Eva se enfrenta al qué dirán”. Muchas veces el qué dirán ha sido una de las mayores dificultades en la vida de la mujer, ya que décadas atrás cuando una mujer no aceptaba un matrimonio o decidía estudiar, la sociedad la criticaba y marginaba. Sin embargo el feminismo representado en las canciones deshace esta imagen errada de la mujer. Además presenta la nueva fuerza interior de las mujeres al poder controlar sus emociones, y no enseñarlas como sensibles o víctimas de sus sentimientos. Por ejemplo en “Yo no soy esa mujer” la voz femenina declara: “Nunca me verás llorar, aunque sienta/deseos más de una vez…”, afirmando su fortaleza interna. Por otro lado, estas canciones también ilustran una nueva imagen externa de la mujer. Ella ya no oculta su cuerpo sino que lo luce como ella quiere. En “Amores de barra” la mujer tiene “colirio en los ojos, pegote de rímel, la copa/ en la mano” opuesta a la imagen, establecida por la sociedad hace años, de la mujer recatada y cohibida. Más aún también demuestra como la mujer ya no le importa ser perfecta o como dice en la canción de “Eva”, ya “no intenta vestir de tul”, sino que se muestra imperfecta, tal y como quiere ser.

Por último, en las canciones se puede ver la inversa del trato del hombre hacia a la mujer, un cambio incentivado por la idea de la igualdad del feminismo. El hombre es visto como un objeto y así la mujer ejerce un nuevo tipo de control sobre él. Al igual que el hombre con la mujer, en “Amores de barra”, ella también lo utiliza a él simplemente para conseguir placer sexual: “Son las doce: hasta las cinco te utilizaré”. Lo mismo sucede en “Eva” en la cual ella “sale a cazar en celo”, no a enamorarse ni ser “cazada” por un hombre. Esta nueva idea es lo opuesto a la típica mentalidad machista de que las mujeres son objetos sexuales, mientras que ellos no. Asimismo, al ver al hombre como un objeto, la mujer no lo ve como reemplazable y ya no como una necesidad. Como un ejemplo, en “Amores de barra” la protagonista se dirige a su amante diciéndole que “no hace falta que mañana [lo] vuelva a ver/ solo un coche [necesita] para volver”, a diferencia de la idea de que una mujer sólo puede estar con un hombre, pero le hombre con varias, como si ellos fueran irremplazables pero la mujer no. Lo mismo se ve en “Eva” ya que “Eva sale a buscar semillas,/Eva sale y remonta vuelo” demostrando como similar que en el caso del hombre ella también tiene amores fugaces. Incluso expresa el nuevo control que ejerce la mujer sobre el hombre al igualarse, ya que “Eva no inventa falso papel:/el fruto es suyo con padre o sin él”. La mujer toma control de su vida y decide por ella misma, no necesita al hombre. Lo mismo se puede ver en “Yo no soy esa mujer” en la cual Paulina Rubio dice “cambia tu manera de pensar en mi/o verás como no me encontrarás aquí/…te obligaré a que entiendas esta lección”; la mujer se da cuenta de la influencia que tiene sobre el hombre ya que dependiendo de su trato con él puede lograr que cambie. Al haber sido vistas con menosprecio y no ser consideradas, los hombres no se daban cuenta del verdadero control de ellas y como ellas también podían tratarlos a ellos como objetos.

PRUEBA 1 SECCIÓN A (Michelle Furman)

Michelle Furman
Ms. Sturner
Espanol A2 NS 11 Pd. 2
16 de febrero del 2011

PRUEBA 1 SECCIÓN A

Existió una gélida época en la cual la mujer se consideraba inferior al hombre y, por consiguiente, no le era permitido gozar de sus mismos derechos. Al pasar los años, esta inicua subordinación ha ido desvaneciendo, mas no en su totalidad. Similarmente, “Mujeres, globalización, Unión Europea: algunas reflexiones” por Sira del Río, así como “Cenicienta la feminista” por Jacobo Schifter, se aventuran en la posición de la mujer en la sociedad actual. Ambos textos, por lo tanto, comparten un sólo tema: el poder femenino y la determinación, así como el afán de las mujeres al negarse a ser inferiores a los hombres. Además comparten la estructura que utilizan. Sin embargo, los textos se diferencian en términos de sus propósitos comunicativos, focalizaciones, tonos, imágenes y otros recursos estilísticos.

A pesar que el texto 1(a) es un texto no literario, a diferencia del texto 1(b) que es un extracto de una obra literaria que pertenece al género narrativo, la estructura de ambas obras se asemeja. Ambos textos están escritos en prosa y divididos en párrafos, lo cual proporcionan cierta agilidad. El texto 1(a) se divide, externamente, en diez párrafos con una longitud uniforme. Internamente, los primeros dos párrafos introducen la marginalización de la mujer ante la globalización europea; los siguientes seis párrafos detallan la injusticia de responsabilizar a la mujer por ciertos trabajos que el hombre no se digna a cumplir; y, los culminantes dos párrafos proponen la lucha del feminismo en contra de la corriente globalizadora. Similarmente, el texto 1(b) se divide, externamente, en nueve párrafos interrumpidos por cuatro puntos. Internamente, los tres párrafos introductorios presentan la pesadumbre en la vida de Cenicienta; los siguientes tres párrafos y cuatro puntos cambian el carácter de aquella y la convierten en una dama independiente. La sangría y la rigidez de estos puntos se asemeja a la determinación de Cenicienta por convertirse en una mujer exitosa. Los últimos tres párrafos exhiben el poder de la mujer ante el hombre. Unidos por la estructura externa, el texto 1(a) y 1(b) gozan de numerables párrafos en los que desarrollan el creciente poder femenino.

El propósito comunicativo es el primer factor que diferencia los textos. El texto 1(a) tiene un fin informativo y didáctico, mas sumamente parcial ya que brinda una opinión. Del Río simpatiza con las mujeres ante la abrumante globalización que ella asegura, amenaza su desarrollo. Dada esta posición lejos de neutral, se podría decir que el propósito comunicativo, además, es persuadir al lector que respalde estos ideales y se una a la lucha para salvar el poder femenino y crear una sociedad donde prevalezca la igualdad entre géneros. Este propósito es evidente cuando del Río intenta convencer al lector proclamando que “los movimientos anti-globalización deben integrar la / lucha de las mujeres por su libertad” (líneas 43-44). Este mandamiento encamina al lector hacia desear defender esta libertad. Finalmente, el propósito comunicativo del texto 1(a) es difamar el pensamiento de la superioridad varonil y de los beneficios que acompañan la globalización, para así lograr que el lector se oponga a estos pensamientos y defienda a la mujer.

El propósito comunicativo del texto 1(b) es distinto al anterior. La intención de Schifter es empoderar a la mujer, ofreciendo un pensamiento de superación. Resulta de suma importancia recalcar el hecho que este extracto es una adaptación de la famosa obra de Lynda Taylor. Schifter toma un célebre texto y le da un rumbo contemporáneo que se asimila más a la realidad, donde la mujer elige su destino. Esto demuestra la evolución del poder de la mujer, un factor ausente en la obra original. Schifter triunfa al sorprender al lector con una idea ajena al texto original: la determinación de la mujer y el miedo del hombre ante esto

De la misma manera, los textos se diferencian en la focalización que adoptan. En principio, el texto 1(a) acoge una narración en tercera persona, para alcanzar un nivel más formal. Sin embargo, también existe narración en primera persona plural ya que del Río habla en términos de nosotros, para crear un lazo incondicional entre el lector y sus ideas. Por ejemplo, cuando pronuncia, “Debemos construir / una organización social donde lo prioritario seamos los seres humanos,” del Río ofrece la conexión de un vínculo entre ella y el lector para que el último, respalde sus ideales (líneas 33-34).

Tomando un rumbo distinto, la focalización del texto 1(b) es diferente a aquella del texto 1(a), ya que “Cenicienta la feminista” es una obra literaria. El narrador es heterodiegético omnisciente ya que no forma parte de la acción, mas conoce los sentimientos de los personajes, innegable cuando presenta que “el príncipe se trastornó por la belleza de Cenicienta” y que “Cenicienta se sintió la mar de aburrida” (líneas 30 y 37). Los encantos de esta focalización se basan en el hecho que el lector logra comprender los puntos de vista desde un ángulo imparcial y se entera de diferentes perspectivas, algo que es imposible en el texto 1(a). Asimismo, esta focalización permite que el lector entienda el efecto del poder femenino no sólo ante la creciente confianza de las mujeres en sí mismas, sino también ante el paulatino disgusto del hombre ya que se siente amenazado por una mujer decidida.

La siguiente diferencia entre el texto 1(a) y 1(b) son sus distintos tonos, dado por el léxico que utilizan. La lengua culta del texto 1(a) proporciona un tono informativo y formal, ya que se vale de palabras institucionales como “el capitalismo,” “el liberalismo” y “la globalización de la Unión Europea” (líneas 19, 21 y 38). Sin embargo, a partir de la introducción de las opiniones de del Río, el tono cambia de dogmático a inseguro. Se presenta un tono agobiado que se refleja en el temor de del Río hacia el futuro de las mujeres ante la presente globalización, evidente en sus largas oraciones que abruman al lector con preocupación.

De distinta manera, el tono del texto 1(b), sufre más cambios que el anterior, para advertir al lector de la posición cambiante y ágil de la mujer en la sociedad actual. Al principio del extracto, existe un tono inocente e ingenuo dado por un lenguaje coloquial evidente en adjetivos básicos como “feas hermanastras” y un “muy mal trato” (líneas 2 y 3). Sin embargo, mediante el proceso que la mujer va adquiriendo poder, el tono cambia para convertirse en uno de determinación. Cuando la mujer deja de ser dependiente de una figura masculina, el léxico se enriquece y se introducen expresiones cultas como, “radicaba en las perspectivas matrimoniales de dos hijas” y “desistirían de valorarse sólo por sus atributos físicos” (líneas 11 y 23). La razón de este cambio es introducir la idea que junto con la independencia física de la mujer, crece su independencia intelectual. Finalmente, Schifter usa un tono de asombro al final del extracto, cuando el príncipe se disgusta con la astucia de Cenicienta y se enamora de lo única que es Bárbara. Este tono presenta la reacción varonil ante el creciente poder femenino para señalar su fastidio.
Cada texto goza de dos distintas imágenes sobresalientes que ayudan al autor a alcanzar su propósito comunicativo. En el caso de texto 1(a), del Río introduce una imagen visual que no se desprende de la mente del lector, la cual describe las situaciones de trabajo de las mujeres como las “peores condiciones laborales” (líneas 2). A partir de este punto, el lector se apiada de las mujeres y del Río logra expresar que la globalización y la política europea es perjudicial para las mujeres. Del Río logra agobiar aún más al lector cuando describe que “nos hemos encontrado en un / mundo diseñado por y para los hombres” ya que presenta la imagen perfecta que ilustra la superioridad del hombre (líneas 28-29). El lector cuestiona la veracidad de esta expresión, mas la imagen crea un aire de negatividad y resentimiento hacia las figuras varoniles.

El texto 1(b) contiene tres imágenes visuales importantes. La primera muestra el poder del hombre sobre la mujer ya que es el príncipe quien “elegirá entre todas a su / afortunada esposa” (líneas 6-7). Esta imagen no sólo ilustra esta costumbre antigua, sino también introduce a las mujeres como un objeto ya que está en el derecho del príncipe elegir, de manera un poco humillante, entre todas las solteras, a su esposa. Asimismo, la imagen que describe al Hada Madrina de Cenicienta con “el cabello gris [y] la mirada inteligente,” introduce a este personaje mágico como la iluminación ya que es ella quien le propone a todas las mujeres de la casa empezar un negocio (línea 13). El color de su pelo, así como el adjetivo describiendo su mirada, da un sentimiento de sabiduría a la Hada Madrina y la exhibe como la mente brillante de Cenicienta. Finalmente, la imagen que describe a Bárbara como “segura de sí misma, madura y de / mucha experiencia,” lo cual atrae al monarca, demuestra que el hombre logra acostumbrarse a una mujer que confía plenamente en sí misma (líneas 41-42).

La última diferencia entre ambos textos son los otros recursos estilísticos que utilizan. Aunque el texto 1(a) es no literario, del Río incluye tres figuras literarias para desarrollar el mensaje de la amenaza de la globalización ante el desarrollo del poder femenino. Ella introduce una interrogación retórica cuando inquiere, “¿Fue el interés lo que movió a nuestra madre a atendernos / cuando éramos sólo criaturas?” (líneas 13-14). El propósito de esta pregunta es que el lector cuestione las raíces del comportamiento de una madre hacia su hijo. Así, el lector se da cuenta que la responsabilidad de una madre por el cuidado de su hijo es una costumbre antigua y, por consiguiente, es difícil de cambiar a pesar que no va con la “lógica del mercado” (línea 13). Del Río también emplea asíndeton al escribir, evidente en, “la lógica que mueve / estos comportamientos, basada en el afecto, en la solidaridad, en el cuidado de las otras…” (líneas 16-18). Esta figura literaria permite que sus argumentos sean sólidos, ágiles y que se respalden con numerosos ejemplos. Finalmente, las comparaciones a través del artículo como la división de la vida “pública / y la privada,” así como la constante diferencia entre el hombre y la mujer, demuestran el gran vacío que separa los géneros (líneas 23-24). Del Río recrimina la globalización ya que ella asegura que esta corriente abre dicho vacío aún más.

De igual forma, el texto 1(b) goza de tres recursos estilísticos. Desde un comienzo, se introducen varios epítetos como “cruel madrastra” y “feas hermanastra” (línea 2). Esta figura literaria permite una descripción de los personajes. Schifter intenta que el lector conozca y entienda a estas mujeres y de esta manera lograr que el cambio que surge en ellas, cuando se convierten independientes, sea más impactante. El polisíndeton presente en la descripción del monarca, quien “sólo hablaba de caballos y carros y…” crea una lista lenta de sus cualidades. El lector, junto con Cenicienta, se aburren fácilmente de este hombre poco atractivo (línea 38). El último recurso estilístico importante presente en este extracto, es el elipsis. Schifter suprime información cuando narra, “las cuatro mujeres decidieron solicitar un préstamo al banco / e iniciar una pequeña industria de escobas. Las ventas fueron tan buenas que para el día del baile…” (líneas 27-28). Él no relata el transcurso de las mujeres cuando acuden al banco ni el transcurso de la producción de las escobas. Esto le da una gran velocidad a la narración y focaliza la importancia del cuento en el comportamiento de las mujeres y su creciente poder, en lugar de las circunstancias subyacentes.

“Mujeres, globalización, Unión Europea: algunas reflexiones” y “Cenicienta la feminista,” comparten el tema principal del poder de la mujer, su control sobre su propio destino y la amenaza que la globalización y los hombres pueden imponer sobre su desarrollo. Los textos comparten, también, sus estructuras; mas se diferencian en sus propósitos comunicativos, sus focalizaciones, sus tonos, sus imágenes y sus otros recursos estilísticos. Del Río y Schifter demuestran que la mujer debe luchar por su posición en la sociedad y desistir la amenaza de cualquier corriente. La mujer debe elegir su destino, y tomar riendas de su vida, ya que sus decisiones deben ser de ella y de nadie más.

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